Son muchos los que a la hora de elegir una nueva tarjeta
gráfica se encuentran bastante perdidos, no sólo por la amplia variedad y
las numerosas nomenclaturas y denominaciones que presentan, sino
también por las prácticas poco éticas que utilizan
tanto vendedores como fabricantes. Para muestra un botón: una GTX 460 de
1 GB es mejor que una GTX 650 de 2 GB, a pesar de la segunda monta más
memoria que la primera y está “dos generaciones” por encima.
El ejemplo que os he dejado en el primer párrafo resume una práctica
muy común en grandes superficies y otros comercios minoristas: “Mire,
¡este equipo monta una tarjeta gráfica con 2 GB!”. La tendencia a pensar
que más memoria equivale a algo mejor es un gran error que, por
desgracia, sigue perjudicando a los compradores más inexpertos. Pero no
sólo importa la cantidad de memoria, también importa el tipo de memoria…
Daremos las claves básicas que debéis tener en cuenta para elegir sabiamente en base a un presupuesto justo.
1-Piensa qué uso le vas a dar.
Lo primero que demos tener en cuenta es para qué queremos la tarjeta gráfica.
Si sólo la vamos a usar para ver vídeos nos basta cualquier tarjeta de
gama baja que no pase de los 30 euros. Por el contrario, si la queremos
para jugar a buen nivel necesitaremos una de gama media o alta, lo que
supone un salto a los 150-200 euros.
Clave: una tarjeta de menos de 70 euros no sirve para jugar con un mínimo de garantías.
2-Nombres y gamas.
La nomenclatura de una tarjeta gráfica indica cosas importantes,
tanto en el caso de AMD como en el de NVIDIA. Así, y como ejemplos, una
HD 7850 se traduce así: el 7 es la generación o serie, el 8 la gama, cuanto más alta sea mejor, y el 5 el puesto que ocupa dentro de la gama
a la que pertenece, así que igual que apuntamos anteriormente, cuanto
más alta sea, mejor. Otro ejemplo, ahora con NVIDIA: en la GTX 780 el 7
indica la generación y el 8 la gama, cuanto más altas sean mejor.
Clave: si la segunda
cifra, que indica la gama, es demasiado baja significa que estamos ante
una tarjeta gráfica que ofrece un rendimiento bastante flojo.
3-NVIDIA o AMD:
A día de hoy ambas empresas ofrecen un rendimiento casi idéntico y son buenas opciones. No vamos a entrar en complicadas comparativas, sólo diremos que tanto NVIDIA como AMD cuentan con juegos optimizados donde las diferencias entre una y otra
son más acusadas, como por ejemplo Battlefield 3 en el caso de los de
verde, así que no nos decantamos de plano por una u otra.
Clave: ambas compañías ofrecen productos excelentes y muy capaces.
4-Más memoria no es sinónimo de mejor.
Un error muy común entre los usuarios menos expertos. Una tarjeta de gama baja con 2 GB de RAM rendirá mucho peor
que una de gama media con 512 MB de RAM. ¿Por qué? Porque lo que
importa son otras cosas, como los procesadores de flujo o shaders, el
bus de memoria, las unidades de texturizado, étc.
Clave: a
la hora de adquirir una tarjeta gráfica debemos de fijarnos en la gama a
la que pertenece. Esto nos lo indica, como apuntamos, la segunda cifra
presente en el nombre de la tarjeta. Así, por ejemplo, si nos ofrecen
una GTX 650 con 2 GB y una GTX 660 con 1 GB y nos fijamos en el segundo
número sabremos que la segunda es superior.
5-El tipo de memoria importa.
Sin duda. Si por ejemplo nos ofrecen una HD 7770 con 1 GB de GDDR5 y
otra HD 7770 con 2 GB de DDR3 surge un dilema para más de uno, sobre
todo porque la segunda es más económica que la primera. A pesar de lo
que parezca a simple vista lo importante no es, una vez más, la
cantidad, sino la calidad. La memoria GDDR5 es mucho más rápida
que la DDR3, lo que supone un mayor rendimiento en juegos. Por otro
lado los juegos actuales sólo usan más de 1 GB a resoluciones superiores
a los 1080p. Dichas resoluciones están reservadas a las tarjetas más
potentes, las de gama alta, por lo que comprar una tarjeta de gama media
o baja con más de 1 GB de memoria resulta totalmente absurdo.
Clave: actualmente el hecho de que una tarjeta gráfica monte memorias GDDR5 es sinónimo de un rendimiento aceptable.
6-La importancia del bus de memoria.
La presencia de un bus de memoria de 64 bits indica que es una
tarjeta gráfica de gama baja y que tendra un rendimiento muy bajo para jugar. Si tiene 128
bits y monta memorias GDDR5 se trata de una tarjeta que ofrece un
rendimiento aceptable. Si por el contrario monta un bus de 256 bits o
más se trata de un producto de gama media o alta, muy capaz.
Clave: en el caso del bus de memoria más sí es mejor.
7-Nadie da duros a cuatro pesetas.
En efecto. Si nos dicen que una tarjeta gráfica tiene 2 GB y es “buenísima” pero cuesta muy poco nos están liando.
Clave: a pesar de que es posible encontrar ofertas la potencia y el rendimiento se paga, si algo cuesta poco rendirá poco.
Si tenemos en cuenta estos siete puntos lo tendremos más fácil a la
hora de saber elegir una tarjeta gráfica y evitaremos que nos timen.
Hemos intentado que sea lo más fácil y sencilla posible, pero si tenéis
cualquier duda os invitamos a exponerla en los comentarios.
Fuente: mycomputer.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario